No cambian las cosas si yo voy o vengo,
no mueren las rosas en un solo momento;
se tarda un suspiro, un suspiro lento,
que flota en el aire y seduce al poeta;
un suspiro lento, que sale del alma y ya nunca regresa.
¡Y tan fáciles! Como que los he hecho con masa para empanadillas. Se me pasaron un poco de cocción en el horno pero no llegaron a quemarse. ¡Uf, por los pelos!
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