Un vestido horroroso que me puse una vez ¡agggggh! ¿en qué estaba pensando cuando lo compré?
Y un corazón recortado de una camiseta de mi sobrina. Conceder segundas oportunidades es mi fuerte. A veces no es buena idea (no hablamos de trapos claro), pero en el caso del reciclaje nunca falla.
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