Trajecito para mi sobrina, que acaba de cumplir ocho años. La tela proviene de unos pantolones míos que hacía años que no me ponía.
No cambian las cosas si yo voy o vengo, no mueren las rosas en un solo momento; se tarda un suspiro, un suspiro lento, que flota en el aire y seduce al poeta; un suspiro lento, que sale del alma y ya nunca regresa.
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