No cambian las cosas si yo voy o vengo, no mueren las rosas en un solo momento; se tarda un suspiro, un suspiro lento, que flota en el aire y seduce al poeta; un suspiro lento, que sale del alma y ya nunca regresa.
El placer de la última ficha.
Paisaje submarino:
La ola de Kanagawa:
Greenwich Village:
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