Era un cojín de color crudo que no me decía nada y con un poco de trapillo y unas rosetas de ganchillo, le he lavado totalmente la cara.
Me encantan esos pequeños toques que renuevan algún objeto ya muy visto y lo transforman en algo único, que nadie más tiene.
Tiempo de realización: ¡apenas 1 hora!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario