- Debemos lavar bien los membrillos y trocearlos (podéis pelarlos aunque no hace falta).
- Pesamos y utilizaremos la misma cantidad de azúcar.
- Los metemos en una olla grande con el azúcar y también podemos añadir un chorrito de zumo de limón si queremos.
- Cocemos a fuego lento hasta que el membrillo se vaya deshaciendo. Con el tiempo la mezcla se va espesando y oscureciendo.
- Una vez en su punto, lo trituramos para eliminar cualquier rastro de grumos, le añadimos las nueces troceadas y vertemos en tuppers. Al enfriar irá solidificándose.
- Una vez frío, tapamos y guardamos. Se puede conservar hasta todo un año en lugar seco, ya que el azúcar es un conservante natural.
No cambian las cosas si yo voy o vengo, no mueren las rosas en un solo momento; se tarda un suspiro, un suspiro lento, que flota en el aire y seduce al poeta; un suspiro lento, que sale del alma y ya nunca regresa.
martes, 27 de octubre de 2015
Membrillo casero con nueces
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