No cambian las cosas si yo voy o vengo,
no mueren las rosas en un solo momento;
se tarda un suspiro, un suspiro lento,
que flota en el aire y seduce al poeta;
un suspiro lento, que sale del alma y ya nunca regresa.
Estas miniaturas tan graciosas y en forma de tulipán son guindillas, de una clase especial que yo no conocía. Nos las han regalado unos conocidos y estamos esperando a que se sequen.
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