No cambian las cosas si yo voy o vengo,
no mueren las rosas en un solo momento;
se tarda un suspiro, un suspiro lento,
que flota en el aire y seduce al poeta;
un suspiro lento, que sale del alma y ya nunca regresa.
Hace una semana hice estos sencillos posavasos con un poco de fieltro adhesivo y cordel. ¡Para la casa del pueblo irán genial! Son sencillísimos de hacer y quedan muy chulos.
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