En la nuestra, éstos son los ingredientes:
- 3 huevos
- 1 vaso de leche
- 8 cucharadas colmadas de harina
- sal y azúcar
- 1 sobre de levadura (Royal)
Y la preparación es súper sencilla:
Se baten los huevos en un bol, se añade la leche y después poco a poco, la harina mezclada con la levadura, mientras se bate con unas varillas para que no queden grumos. Si aún así, os queda alguno, ya sabéis, para eso están las batidoras. A mí no me ha hecho falta esta vez pero por si acaso reconozco que la tenía cerca.
Debe quedar una consistencia como de crema, no debe estar líquida pero tampoco demasiado espesa y la dejamos reposar unos minutos.
En una sartén con aceite abundante y bien caliente, se echan porciones de la masa con una cuchara. Inmediatamente, las chulas se hinchan, suben a la superficie y después de darles la vuelta las podemos sacar a un plato con papel absorbente.
Sólo queda espolvorearlas con azúcar.
Se pueden comer calientes o frías al día siguiente.
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