No cambian las cosas si yo voy o vengo, no mueren las rosas en un solo momento; se tarda un suspiro, un suspiro lento, que flota en el aire y seduce al poeta; un suspiro lento, que sale del alma y ya nunca regresa.
viernes, 22 de febrero de 2013
Recibiendo la noche
Tarde sombría y callada,
la luz huye y el calor se recoge.
Atrapa en tu retina los últimos colores evanescetes
antes de que tu ojos ciegos azucen el miedo de tus ancestros.
Impasible ante los contratiempos
estaré aquí para que mañana me encuentres.
Oscura se cierne la noche sobre mí,
callando, la muerte acecha.
El último beso, la última batalla.
Sin el obstáculo de la razón,
extenderé los brazos para tocar el tiempo eterno.
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