Regalar es un arte y un placer aún mayor que ser regalado. No lo pervirtamos con prisas, con regalos de compromiso, amigos invisibles o zarandajas varias. Con el poco "espíritu navideño" que veo últimamente, no perdamos también éso.
Para obsequiar a una persona, se me ha ocurrido forrar con servilletas de papel y luego barnizar, un paquete de esas patatas que poco tienen de tales pero que a pesar de todo están tan buenas, de las que no quiero decir el nombre, pero creo que está claro por el envase, ¿verdad?. Así, tengo un envase original ideal para guardar el regalo que en este caso es un pañuelo, pero se podría utilizar para unas medias, unos guantes, dulces, bisutería...
Y además, ¡el mensaje de las servilletas puede resultar interesante!...
Este otro lo he hecho con el cilindro de cartón en el que vino un recambio de ambientador Mikado (ya sabéis, los de los palitos).
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