Cerré los ojos y
me encontré a mí misma ensayando esta vida
en otra vida, no mejor ni peor.
El guión incompleto y el escenario cambiado
pero era el papel, sin duda,
y era el personaje, seguro.
Mi corazón latía en el pecho, ¿mi pecho?
Su ritmo era el ritmo, el que debía ser.
Tan solo probaba a ver lo que pasaba,
sin miedo a desenlaces inesperados,
agotando posibilidades.
Cerré los ojos y me ví:
estaba callada y contenta,
estaba contigo, ¿recuerdas?
Y tras el ensayo, el estreno.
¡Abre los ojos!
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