y tan frustante…
Como mirar al abismo y pensar en saltarlo,
como agarrar tu mano y esperar un abrazo.
Las empresas imposibles resultan menos complicadas,
las tareas pendientes parecen recién acabadas.
Reúno de una parte el valor,
y de la otra el candor
para ignorar lo real y cambiarlo por amor,
imaginario pero buen amor.
Sueño mentiras que viven realidades,
realidades falsas que alimentan pero también dañan.
Vivo vidas prestadas en laberintos
de neuronas y sangre.
Alivio a lo cotidiano, escoba de rutinas.
Mas las vidas imaginadas
aunque tales, nunca fueron mías.
Observo impasible el transcurrir de la edad del yo
y me pregunto:
¿por qué el deseo rehúye a lo bello?
¿por qué los jóvenes quieren morir y los viejos matar?
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