No se dónde está el
mar ni lo quiero saber.
No sabes lo que he
estudiado ni los nudos que desaté.
Ocupas tu sitio,
enciendes el foco esperando atención. No me interesa la obra.
En el hilo virtual
dónde escribes tu nombre, una mediocre foto sonríe sin ver
es sólo fachada, recuerdo
de relaciones truncadas.
No sabes lo que yo
vivo ni lo quieres saber.
Tú eres tú, yo soy yo.
Con tus actos infantiles
reclamas el papel,
pisando al más débil, negando su esfuerzo.
Basta una pregunta
para mostrar interés,
una palabra para
aceptar un regalo y quedar bien.
Las excusas vacías,
los pretextos inventados, la desidia,
pueden bastar al
incauto. No seré yo.
En este grupo de sombras,
ser la sombra mayor
ni siquiera te
importa;
si no se inclina ante
tí, apenas te inquieta.
No sabes, ni quieres
saber.
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