Aparte del título de una de mis películas favoritas, los tomates verdes fritos son una receta típica del sur de Estados Unidos y que está riquísima.
Al igual que todos los rebozados, lo mejor es combinarlos con una ensalada fresquita, de lechuga por ejemplo, o de endivias como en la foto.
¿Y os cuento un secreto? Están mucho más ricos cuando se comen cogiéndolos con la mano, a mordiscos, y no con cuchillo y tenedor.
Ingredientes:
- 2 Tomates (verdes, claro)
- 1 yogur natural
- 1 medida de leche con el vaso de yogur
- Harina de maíz y de trigo
- Pan rallado
- Aceite
Preparación:
Cortamos el tomate en rodajas. A mí me gusta que sean gorditas, de 1 cm de grosor más o menos, para que no se desequilibre demasiado la proporción entre tomate y rebozado. A continuación salamos las rodajas y las dejamos a escurrir en un colador o sobre papel absorbente.
Mezclamos la leche con el yogur y procedemos a rebozar del siguiente modo: primero introducimos las rodajas en la mezcla de yogur, luego en harina, nuevamente en la mezcla y finalmente en pan rallado.
También he probado a rebozarlas de manera más tradicional, es decir, con huevo en vez de leche pero prefiero esta manera. Queda un rebozado grueso y muy rico que mezclado con el tomate jugoso del interior es una delicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario