Yo
era un estanque cálido
al
que las lluvias de otoño desbordaron un día.
De
estanque pasé a laguna, colmada de materia viva.
Gota
a gota, sueño a sueño,
el
sol del verano me secó y pudrió en mis entrañas
todo
lo que en mí había de bueno.
Ahora
floto en el viento a merced de las corrientes,
rota
en mil pedazos, convertida en agua de lluvia.
En
algún momento y en algún destino
reventaré
en lágrimas buscando consuelo
y
solo encontraré tierra en la que empapar mis penas.
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