Dos
palabras
Tan
difíciles, tan ajenas.
Una
idea que no es suya pero anhela.
Una
imagen, un momento.
Una
respuesta que nos alza del suelo para que toquemos el cielo
o
nos hunde en el fango para vislumbrar el infierno.
Palabras
que nunca se dijeron.
Las
gritaría al viento si pudiera, las grabaría a fuego en su pecho,
tatuaje
evocador de un primer grito de amor.
Momentos
tantos. Palabras solo dos.
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