viernes, 18 de octubre de 2013

Parchís, chís, chís

Hace años hice un parchís a punto de cruz. Lo he tenido dando vueltas por casa todo este tiempo y por fin me he decidido a hacer algo con él. Aparte de lavarlo, que buena falta le hacía (aunque tiene un par de mancas de óxido que no he podido quitarle) lo he enmarcado utilizando el marco RIBBA de Ikea. Este marco es ideal para hacer manualidades por el fondo que tiene.  A mí me encanta. Así he podido meter dentro unos cubiletes viejos y unos dados.

No podrá ser usado para jugar pero para éso ya tenemos otro. Me gusta cómo ha quedado expuesto, como si fuera un homenaje al mejor juego de mesa infantil que habrá nunca.

¿Mi color? Siempre fue el amarillo.




 
 
 
 
 
El Pachisi es un juego originario de la India, en donde nació en el siglo XVI. El parchís es una variación de este juego, como lo son el parcheesi, el ludo o el parqués.

El tablero actual de forma de cruz es tan solo una representación del original, que no fue otro que el jardín dell emperador Akbar el Grande. El centro del tablero representa el trono en que se colocaba el emperador en el centro del patio. Por su parte, las fichas eran las muchachas indias más bellas que se movían de casilla en casilla y se disputaban el honor de jugar para el emperador. Los dados que decidían la suerte de los participantes consistían en cauríes, conchas de moluscos que contaban un punto si caían con el hueco hacia arriba.

El nombre del parchís proviene de la palabra pacisi, que significa veinticinco en hindi, ya que veinticinco era el máximo resultado posible que se podía obtener al lanzar las conchas que hacían las veces de dados. (Wikipedia)






 
 
 
 
 
 

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