sábado, 26 de abril de 2014

Empanadillas al orégano y pimentón






El pintxo fácil de esta semana son unas empanadillas. 


Cuando tienes tiempo es una gozada hacer cosas elaboradas y con mucho mimo, pero en el día a día de cotidiano ajetreo es también una satisfacción conseguir en pocos minutos sacar algo a la mesa rico y apetecible. 

Al menos una vez a la semana acabo cenando "simple" de modo que se cumplan dos requisitos:

  • Que no me lleve más de 15 minutos prepararlo
  • Que no sea planificado, es decir, que se prepare con ingredientes sencillos que en ese momento estén en la nevera o en la despensa


Por eso sigo improvisando pintxos o entrantes que no requieran de mucho esfuerzo ni inversión y que me gusta presentaros aquí. Y a veces se convierte en un reto personal superar mi propia marca.


En esta ocasión lo primero que hice fue encender el horno. Después machaqué en una taza el contenido de una lata de bonito (sólo tenía bonito en escabeche así que ése fue el que utilicé), el de una de sardinillas,  lo que me quedaba de una bolsa de queso rallado y  lo que me quedaba de una lata de salsa de tomate. Con esa mezcla rellené las empanadillas, las espolvorée con un poco de aceite, orégano y pimentón y al horno.


10 minutos, podéis comprobarlo.


Eso sí, teniendo tiempo, me curro la masa de las empanadillas y la salsa de tomate, pero lo bonito de esta vida es que existen muchas formas de conseguir un fin, que nos adaptamos a las circunstancias, y que sobre todo, jamás, jamás, debemos poner ni dejar que nos pongan excusas para la "inacción". 




















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