lunes, 18 de agosto de 2014

¿Cuántas veces lo he intentado?

¿Cuántas veces lo he intentado, me he caído y he llorado, y al final me he levantado?
¿Cuántas veces he reído, me ha dolido, me han vencido y humillado?

Es tan duro mantenerse firme ante el envite de las olas del mar embravecido,
tan difícil no desfallecer ante los reveses que da la vida,
una vida sin sentido, dónde hay que continuar combatiendo aún cuando la batalla ya está perdida y el final de la guerra sin duda decidido.

A esta reunión de amigos, llegué sin invitación pero con permiso,
sin ganas de reír y sin tiempo para llorar,
entre un montón de voces sin rostro,
anónimos compañeros de viaje…………..

¿Para qué seguir insistiendo?
¿No es acaso la pérdida de fe una prueba del error?
y la esperanza, ¿no fue desde siempre, un engaño?

Tal vez se tuvo y se perdió, aunque la verdad no miente,
no se pierde lo que no se tiene.

¿Por qué continuar fingiendo? pregunto.
Soportando errores ajenos,
agotando las excusas ,
cerrando los ojos,
si la vida, ingrata, se calla.

¿Para qué seguir nadando?
¿No es mejor la aburrida corriente?
En mi caja, Pandora, no hay nada. ¿Seguro que has mirado bien?

¿Cómo escapar de las listas de la mediocridad y entrar en las de la serenidad?
Buscando la concordancia, la identidad,
soy yo y soy anti-yo, quiero y puedo.

Busco la paz, no la conformidad.
Deseo levantarme y no fingir el día, sólo dejarlo pasar y en él, dejarme llevar.


(29/02/08)






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