domingo, 3 de abril de 2016

No me servís, sobráis

Si no provocáis sonrisas a los que amo, no me servís,
si solo sembráis dolor, sobráis.
Si la única emoción que me alcanza es la vergüenza,
 no la propia, perdonable como signo de conciencia,
sino la ajena, tan incómoda,
sois innecesarios.

Puedo fingir un respeto que no siento,
en lo más hondo habita mi yo real,
escondido e indiferente,
o tal vez no, tal vez doliente.

Esa pena por la pérdida
se transmuta en alivio
cuando la ignorancia es eclipsada por la luz de la revelación.
Tras el rasgado de cortinas, el sol entra arañando  párpados cerrados,
despertando inocentes dormidos.
Adiós a las sombras oscuras.

Si nos sois parte, estáis de más,
si huís de la razón , la razón me impide apreciaros.
Mi pesar, vuestro desprecio.
Me basta. No necesito nada más.










No hay comentarios:

Publicar un comentario