sábado, 28 de julio de 2012

¿Qué hacer?

¿Qué hacer cuándo la inspiración te rehúye,
cuando el cálido aliento de las musas se enfría, se escapa
y la chispa al fin se apaga?
¿Qué hacer si al atardecer, en el ocaso de este día simplón,
la fugitiva luz no nos augura nada mejor,
si el mañana no es esperanza, sino mera continuación?
¿Qué hacer cuándo el ritmo lo marcan la rutina y el aburrimiento,
cuando la información es sólo conocimiento?
¿Dónde está la emoción? ¿Dónde he de buscar yo?
Si la inercia, asesina, nos mata,
si el corazón, traidor, nos engaña,
¿en quién puedo confiar yo?
Tengo una bolsa repleta de ideas, confusas y vagas,
¿qué hacer si no puedo usarlas?
¿Qué hacer si el mundo, mi mundo, se acaba?
Reviso lo que podría plasmar, pero ¿cómo?
Rechazo imitaciones, anhelo la diferencia, pero a la vez me asquea tanta autocomplacencia.
Vanagloriarse sin motivo, pavonearse sin sentido,
no es deseable ni es mi ambición, es malsano, es doloroso, es desprecio sin razón.
Si pudiera avanzar, aún sin saber a dónde,
si pudiera saber qué es lo que saben otros, reír con humor y respirar en calma,
si a mi cuerpo lo recompensaran por todos los maltratos de mi mente,
paz, al fin...

(23/06/09)

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