sábado, 28 de julio de 2012

Todo lo aprendido

Todo lo aprendido, lo perdí en un instante de confusión,
Todo lo que una vez intenté hacer, lo que una vez provoqué, todo en el camino se quedó.
Seguramente en mi interior, las palabras que no cesan oculten la verdad,
pero ante el mundo, mi coraza se resiente.
Tengo fe pero no tengo ilusión.
Sigo esperando, pero sin esperar nada.
Todo lo que una vez fui, y lo que quise ser, todos aquellos proyectos,
nada en realidad,
se difuminan en la niebla del olvido.
Si el recuerdo no existe, yo tampoco.
Tal vez…
Un día se torcieron nuestras sendas, tuvo que ser así,
en un solo instante el fallido futuro murió,
en un momento todo lo que importa desapareció.
Pude ser y no fui, pude hacer y no decir,
pude abrir los brazos pero elegí el rechazo,
y ahora no hay culpables, sólo víctimas.
Si lo hubiera sabido… tantos años de silencio que no conducen a nada,
tanto tiempo malgastado con el corazón y el puño cerrados.
Teniendo dónde elegir, elegí el olvido,
ya es tarde, para mí, para ti, es tarde.
Recuerdos otra vez, borrones sin sentido,
me acuerdo pero no siento, me veo,
como me vieron o tuvieron que ver, o peor, como no me llegaron a ver.
Qué terrible frustación no haber tenido,
qué alma más atormentada.
Y este silencio? Auto impuesto, no deseado, añorado, rechazado, querido, odiado…
Esta calma que en nada calma, como un veneno, como una droga, mata.
Y ya es tarde para sufrir, pero aún así… ¿por qué sufro?
Si ya es tarde para vivir, si ya no sueño, ni leo…
Triste no querer aprender,
pero es que lo aprendido irremediablemente se pierde en un momento,
un solo momento de confusión.
Navega marino mío, navega hasta llegar al cielo, todo lo surcado que dejas atrás será para siempre tu memoria y mi tormento.

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