lunes, 6 de agosto de 2012

Cada día que pasa es un suspiro que muere al nacer

Cada día que pasa es un suspiro que
muere al nacer.
Cada noche sin ti son sábanas
frías y almohadas mojadas.
Las manos unidas para rezar,
los ojos cerrados,
el corazón sellado.
Quien no haya tenido jamás
el valor,
nunca hallará, no, ni el consuelo ni la paz.
Si nunca te ha consumido la rabia,
¿qué mentira vas a poder contar?
Cada cielo, cada estrella, cada luna,
cada nube y cada sol,
uno y después otro, dos y luego tres.

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